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martes, 31 de mayo de 2011

El Supremo privilegia el derecho a la intimidad del trabajador sobre la capacidad de la compañía de proteger la utilización de sus medios informáticos.




El Tribunal Supremo (TS) privilegia la intimidad del empleado sobre la capacidad de control de la empresa del uso abusivo del ordenador y considera improcedente el despido de un trabajador que cometió una falta muy grave. En una auditoría interna que realizó la compañía Font Salem en sus redes de información para revisar la seguridad del sistema y detectar posibles anomalías en su uso, salió a la luz que desde un ordenador que el trabajador despedido utilizaba se accedió, en horas de trabajo, en 5.566 visitas, a páginas ajenas a su labor.

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